Los pequeños-grandes detalles

El hombre que pide ayuda para levantarse en el metro. La amiga que ha finiquitado su relación sentimental. La inquietud de una embarazada al salir de la consulta. Un amor lejano que contacta para desearte bondades en el año nuevo. Otro amor amnésico que ya solo es silencio. El amigo que se recupera de un ictus. Una familia que aprendió a reencontrarse. Un repartidor de colchones que te dice Feliz año. La impotencia de saber de las guerras, masacres, violaciones y todo tipo de abusos ideados por políticos y poderes económicos. El sufrimiento infringido a millones de seres humanos por parte de otros seres que se definen humanos. Un catarro inesperado. La sorpresa de un detalle y una nota colgados en el picaporte de la puerta. La complicidad de preparar un viaje compartido. Un concurso de relatos eróticos. Abrazos y reencuentro con amigas/os venidos de habitar otros espacios. Un concurso de relatos de montaña. Una forma de corazón en un papel rasgado. El último libro publicado cumple un año. Una plancha de grabado a medio hacer. Los proyectos que hacen cola para mostrarse. La belleza de visitar una exposición de Arte. La ternura de contemplar la vejez del padre. El recuerdo permanente de la madre. El sentimiento de pertenencia de una misma. La ilusión de estrenar la vida después de media noche. La gratitud de ser lo que se es…

Ojalá que aprendamos a tomar conciencia, a valorar, a ser coherentes, a amar sin condiciones y a crecer. Ojalá hagamos transcurrir el 2024 con paz.

©Yolanda Jiménez (Texto y fotografía)

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