Es sabido desde siempre que las mujeres tenemos mayor capacidad de sentir los orgasmos que los hombres; la razón es muy sencilla: nuestra anatomía es diferente y nosotras no nos debilitamos al expulsar fluidos de nuestro cuerpo. Por el contrario, las mujeres nos fortalecemos con nuestros propios fluidos ya que la mayor parte de ellos se quedan dentro de nuestra anatomía y de igual manera nos fortalecemos con los fluidos de nuestro compañero, ya que son la esencia hormonal y las hormonas son la vida.

Además, anatómica y energéticamente estamos diseñadas para disfrutar mayormente de nuestra sexualidad ya que físicamente las contracciones orgásmicas son más prolongadas, y en mayor cantidad e intensidad que las contracciones de los hombres.
Todas las mujeres tenemos el potencial necesario para disfrutar de una vida sexual apasionada y profundamente satisfactoria. Pero aquí es precisamente donde comienza el problema. Muchas mujeres tienen dificultad para experimentar plenamente su deseo y tener orgasmos con regularidad debido a los tabúes sociales. Según un estudio recientemente publicado, un tercio de las mujeres sólo experimentan el orgasmo ocasionalmente, y otro tercio de ellas no lo experimenta en absoluto.
Los mensajes que las mujeres recibimos sobre nuestros cuerpos, nuestro deseo y nuestro placer, son tan insistentes que resulta difícil entregarnos plenamente y formar nuestra identidad sexual. Aunque todas nosotras tenemos el potencial de vivir enormes deseos y grandes pasiones, todas afrontamos obstáculos que dificultan que lo experimentemos de verdad.
El cansancio constituye el mayor obstáculo para disfrutar satisfactoriamente del sexo. El quehacer cotidiano, los niños, la casa, y ahora el rol de ejecutivas, ya que además de todas estas actividades ahora la mayoría de nosotras tiene un trabajo que genera recursos para la familia.
Otro obstáculo que las mujeres solemos interponer al deseo es la sensación de que no somos lo suficientemente atractivas como para ser deseadas, o incluso no somos atractivas ni a nosotras mismas por lo que relegamos nuestro propio deseo.
El paradigma estético social indica que sólo hay un tipo de cuerpo femenino que es hermoso: un cuerpo perfecto e irrealmente delgado. Si tenemos algo de grasa en el abdomen, quizá un poco de celulitis, o tal vez un busto no tan grande como el de las actrices de telenovela, nos sentimos indeseadas y avergonzadas.
Es una pena que nos bombardeen en todos los medios con imágenes de mujeres con cuerpos tan finos, y que los medios de comunicación nos hayan llevado a perder de vista el hecho de que cada cuerpo es hermoso y único. Y más precisamente que cada cuerpo, sin importar su forma ni su tamaño, es capaz de dar y recibir placer.
Como cualquier otra cosa que realmente merezca la pena, la sexualidad requiere que le demos prioridad y le dediquemos tiempo e interés, es la única manera de que realmente florezca nuestra vida sexual. Una mujer satisfecha sexualmente es mucho más feliz y optimista, además de una mejor compañera, madre o trabajadora.
Para tener una vida sexual saludable, tenemos que ejercitar nuestra pasión con regularidad así como ejercitamos nuestros músculos en el gimnasio. Definitivamente… debemos darle prioridad al deseo…
Y entendamos que el deseo no es únicamente el impulso que nos lleva a la cama; es la energía que nos mantiene vivos. El deseo sexual está relacionado directamente con el deseo que nos motiva en todos los aspectos de nuestra vida.
Dice Osho que la manera en que vives tu sexualidad es la manera en que vives todas tus experiencias… Qué comentario más revelador, no crees???
Según los taoístas, la energía sexual, o ching, es parte esencial de nuestra energía física total, llamada chi. Las personas que están en contacto con su energía sexual (hombres y mujeres), tienen más energía para perseguir sus sueños y conseguir sus objetivos.
Así que para ello debes de cultivar tu energía sexual y saber cómo transformarla, así incrementarás tu energía en general y podrás aplicarla en todos tus proyectos.
El primer paso hacia los orgasmos múltiples y una vida sexual más satisfactoria reside definitivamente en aumentar la intensidad de nuestro deseo, pero no solo de nuestro deseo sexual. Estoy refiriéndome a nuestro deseo de vivir, mismo que sale de nuestro deseo más primario que proviene desde nuestro chakra uno: la supervivencia y la continuidad de la especie, el cual está relacionado, como puedes ver, con la sexualidad.
Debemos motivarnos hacia el erotismo amoroso ya que cuanto más deseo vital tengamos, de más vitalidad y energía dispondremos. La práctica del amor sanador te da acceso a tu energía primaria, y esto te permite canalizar la energía correctamente hacia una vida creativa, hacia la salud emocional y el despertar espiritual.
En el tao del amor, uno de los secretos del deseo es que comienza mucho antes de que lleguemos a la cama. Los poetas de todo el mundo han sabido que el camino que recorremos antes de hacer el amor es tan importante como el destino mismo.
Muchas mujeres descubren que aumentando la sensualidad en su vida cotidiana, su cuerpo se mantiene despierto a disfrutar su potencial sensual y sexual. Te recomiendo que uses prendas que acaricien tu cuerpo, huele velas, flores, o perfumes, escucha música que toque tu corazón, toma baños calientes a la luz de las velas. Según el Tao, la belleza energiza a las mujeres.

Aportando belleza y sensualidad a tu vida diaria, expandes tu deseo y tu alegría en general. El primer ejercicio que debes empezar a realizar es el de enamorarte de ti misma, acariciarte, verte bonita cuando el espejo te regrese su reflejo, debe gustarte tu apariencia aunque no sea el ideal de la belleza establecida.
Debes conocer tu cuerpo y aprender a amarlo. Desgraciadamente, muchas mujeres sienten ansiedad cuando miran su cuerpo desnudo. El Tao reconoce que cuando celebramos y admiramos nuestro cuerpo, abrimos la energía del amor y dejamos que por él circule el placer.
La sexualidad en las mujeres es mucho más complicada que en los hombres ya que hay una tendencia aprendida a la culpa; debemos alejar la culpa de nuestras vidas; es un veneno que corroe y no permite disfrutar de lo más hermoso que es el placer del amor.
Así que ustedes, mujeres hermosas, deben comenzar por amarse a sí mismas como primer paso para ser no solo orgásmicas sino multiorgásmicas. En los hombres los ejercicios son más directos a la fase física por dos razones: la primera es que necesitan la técnica para controlar la eyaculación y eso requiere práctica y tiempo, y la segunda razón es que ellos no tienen tantos arraigos emocionales en su mente impuestos por la sociedad como las mujeres.
Nosotras debemos empezar por desmitificar que el placer siendo mujer es malo o que es solo para las “chicas fáciles”… El placer es el regalo del amor, de ser humanas y aprovechar que se nos dio el privilegio de sentir nuestros cuerpos…
Así que como primera tarea hacia una sexualidad más sana vamos a trabajar primero en nuestra sensualidad. Vamos a buscarnos el tiempo adecuado y necesario para seducirnos a nosotras mismas, nos empezaremos a consentir, a hablarnos bonito al espejo y a acariciarnos con amor y respeto.
Hazlo todos los días antes de bañarte cuando tengas unos minutos de privacidad, y cuando este acto resulte mas natural para ti y no te cause conflicto, empezaremos a realizar los ejercicios pertinentes para que explores tu cuerpo con mayor intimidad.
Por lo pronto, aunque este ejercicio te parezca simple o tal vez tonto… hazlo!!! Te puedo garantizar que es el primer y más importante paso para que puedas experimentar el sexo sagrado… Necesitas aprender a honrar tu templo.
Por: Francia Anunaya.