Contra Trocha*

 

Me manan poemas desde las entrañas de mi existencia: la vida, la muerte. En un mismo espacio. Pasarelas perpendiculares. Antagónicas y complemento. Una trocha hacia allá, la otra a la contra. Cuando los vectores se encuentran, catarsis, impacto, cambio, transmutación y renacimiento.

Soy vida en cada proyecto, etapa, experiencia, relación, viaje, aventura, intercambio. Y somos, todos, muerte de pérdidas, en los finales de los periplos, en el agostar de los sentimientos, vínculos y épocas.

Me brotan palabras, mueren hasta transfigurarse en poemas. Resultado de los territorios que transito. De los aprendizajes demandados con poder a la vida tras los potentes acercamientos a la muerte y al proceso íntimo de atrochar con y sin contra por mi propia trocha.

Te invito al salón de mis sentires. Danza en él a tu gusto. Serás capaz de abrir el libro, el baile, por donde te plazca, jugar con la libertad que decidas. como en tu vida, cada decisión te llevará a un enclave distinto. atrévete. Se parte de este crear sin límite.

 

* Contra Trocha es mi nuevo libro de Poesía. Un homenaje a mi madre. Un poemario de vida y de muerte. 

Disponible en bubok próximamente

©Yolanda Jiménez (Poemas y texto). ©Vicente Ruiz Pérez (Diseño y maquetación). ©Juan Peláez (Prólogos)

 

CONTRA TROCHA. YOLANDA JIMENEZ. CARTEL

Desorden trascendental

 

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los límites, los fluidos.

Todo parce en su sitio,

hay señales irreconocibles,

la arena movediza se desplaza,

ahoga el rostro en las ciénagas de la memoria.

Una vereda construida sobre el aire

Hay viento de almas,

rincones, amantes y suicidas.

En los desiertos desesperados

los seres se transforman

en un desorden transcendental.

 

©Yolanda Jiménez (Poema y fotografía)

Llega el tiempo

Llega el tiempo, decías cada marzo

cuando volvías a abrir la casa tras el invierno.

Llega el tiempo, decías,

para preparar la tierra,

para sembrar el huerto.

Los fréjoles por San Isidro,

las patatas, en abril,

los ajos en el menguante de diciembre,

el trigo, la cebada, el centeno, en octubre,

las calabazas en mayo.

Llega el tiempo, ese tiempo

mesetario, de veranos escasos

con madrugadas de rocío,

con inviernos de 10 meses y escarchas perennes.

Tiempo de heladas tardías

que queman los brotes en junio.

Llega el tiempo de andar el camino,

decías cada domingo por la tarde,

cuando nos despedías, repartiendo

embutidos, quesos, verduras, mantecados,

 pan, perrunillas, higos, aceitunas, leche,

patatas, huevos, propinas, besos.

Todo te parecía poco para llenarnos las bolsas,

para asegurarte de que llenábamos nuestras despensas,

en nuestras cocinas de la ciudad.

Llega el tiempo de los días largos, de las noches cortas,

de las tormentas por San Juan,

de recoger el heno y picar el sol.

Tiempo de cosechar los ajos por San pedro

y de sacar las patatas por San Miguel.

Tiempo de preparar la estufa por Santa Teresa

y cocer castañas con anises por Los Santos.

Tiempo de tus recuerdos de infancia,

de la matanza por San Martín,

de las rosquillas por tu cumpleaños,

de tu aniversario de boda en marzo,

de veranos y nietos.

Tiempo de cuidarme en mis tiempos tristes.

Tiempo de hacer jabón, de coser,

del ganchillo, de tejer patucos.

del membrillo y del pisto.

Tiempo de impotencia.

Tiempo de médicos y hospitales.

Llega el tiempo, decías

con la sabiduría de tu semblante,

con el aplomo de tu voz,

con la fuerza de sostenerme.

Llega el tiempo.

Llegó el tiempo de tu viaje.

Llega el tiempo de tu ausencia,

Llega el tiempo.

Te echo de menos, amada MADRE.

©Yolanda Jiménez. 16 de mayo de 2021. Un mes desde tu marcha.

©Yolanda Jiménez

Elogio de la inversión

Los años se suceden

y pierden el sonido.

Conservo algunas huellas

en el ticket de mi vida:

mi primer trabajo,

mi primer sueldo,

mi segundo, tercer y compañero de vida, trabajo.

Algunas clases particulares,

mis primeros amigos,

un curso de mecanografía,

el primer beso,

mi primer viaje, una chupa de cuero,

un equipo de música con reproductor de CDs,

un concierto en un estadio,

un vestido de fiesta,

una carrera universitaria,

un curso de inglés,

un viaje a la India,

otra carrera universitaria,

el carnet de conducir

mi primer coche,

el alquiler de un estudio donde aprendí a vivir sola,

una cama, un biombo,

una estancia en una universidad de París,

una cena con mis padres,

muchas cenas con mis padres,

un ordenador,

un crédito hipotecario

un postgrado en terapia,

muchos encuentros personales,

un retiro espiritual,

clases de yoga,

diez días de silencio,

un filtro carísimo para el agua

una reforma en mi baño

una escuela espiritual,

una reforma en mi cocina,

reorientar mi dieta vegetariana

el camino de Santiago,

un desmayo del que conservo una cicatriz,

muchas madrugadas,

muchas conversaciones,

mucho tiempo compartido,

la intensidad de la vida cultural una época,

las universidades de verano,

las salidas a la montaña,

regalarme un viaje a Barcelona con mi padre

ver su cara ilusionada en su primer vuelo

mil días de compras con mi madre,

regalarme un viaje en globo con mi padre,

un cuento que escribí y narré para mi madre,

un taller de poesía,

un viaje por Escocia acompañada de mi mochila,

la subida al Ben Nevis en solitario,

mi primer libro publicado,

los amantes que me amaron,

los amantes que amé,

mi corazón radiante,

el amor que regalé,

mi corazón roto,

el amor que recibí,

los paseos en bici con mi padre,

un libro que he creado y coordinado,

mis dibujos expuestos,

el tesoro del tiempo infinito de mi infancia,

el aroma a hogar,

la inmensidad del Himalaya,

los regalos que hice y me hice,

una puesta de sol en La Atalaya,

los orgasmos infinitos,

un hombre en bicicleta,

la ternura de muchas caricias,

el artista a mi lado,

las lágrimas compartidas,

las lágrimas solitarias,

el aire que respiro,

la alegría de mis ilusiones,

el color de unos ojos,

lo que no cabe aquí,

la mujer que soy.

Yolanda Jiménez

©Yolanda Jiménez

Poema divergente.

 

Él y sus asuntos

©Yolanda Jiménez

Ella y sus frentes
Él hermético
Ella sensible
Ella era un cuaderno de mil hojas
Él vivía para sí mismo.
Ella era valiente
Él era huidizo
Ella viajera
Él estático
Ella soñadora
Él normativo
Ella curiosa. Ella aprendía
Él y sus costumbres
Ella arriesgaba
Él permanecía en su círculo
Ella cariñosa
Él gélido.
Ella había soñado apoyo
Él no era empático
Ella.
Él.

©Yolanda Jiménez

Eufemismos … Poema en el 69º día de recogimiento*

 

A veces no me alcanzan las palabras

©Yolanda Jiménez

e invento algunas nuevas;

Tú me sigues en el juego

como un código ingenioso

de eufemismos matizados.

Cohabitamos un espacio

co-creamos a dos lados.

Y es hermoso descifrar

los mensajes encriptados.

Sintigo, conti.

 

©Yolanda Jiménez

* Hoy es el  sexagésimo noveno día de recogimiento. El gobierno de España decretó el Estado de Alarma el día 14 de marzo y desde ese día la mayoría de los ciudadanos tenemos la obligación de permanecer en nuestros domicilios.

Adaptación … Poema en el 65º día de recogimiento*

 

El corazón siente,

no es un eufemismo;

©Yolanda Jiménez: Composición improvisada

tiene neuronas

que conforman

sus tejidos.

Pasaron inadvertidas

ante la magnitud del cerebro.

Hoy ya se sabe

que conectan las emociones.

La Teoría de Darwin

cobra nuevo sentido:

la adaptación al medio

en proporción igualada

al tamaño de los sentimientos.

Sobrevivir a la ausencia

es una muestra de

la capacidad que tenemos.

Al final de cada periodo

reinventamos la existencia.

 

©Yolanda Jiménez

* Hoy es el  sexagésimo quinto día de recogimiento. El gobierno de España decretó el Estado de Alarma el día 14 de marzo y desde ese día la mayoría de los ciudadanos tenemos la obligación de permanecer en nuestros domicilios.

Sabadoviernes … Poema en el 64º día de recogimiento*

 

Estoy despierta y es viernes

aunque el calendario marque sábado.

©Yolanda Jiménez

Hay días simbólicos

cargados de recuerdos.

Un tren estaba enmedio

de dos andenes paralelos.

Converger era el destino

en tu lado o en el mio.

Las estaciones están cerradas,

nos marchamos separados

hacia un sinsentido

en el amplio significado

de la palabra rebuscada.

El cerebro lo ordena,

el corazón lo siente.

 

©Yolanda Jiménez

* Hoy es el  sexagésimo cuarto día de recogimiento. El gobierno de España decretó el Estado de Alarma el día 14 de marzo y desde ese día la mayoría de los ciudadanos tenemos la obligación de permanecer en nuestros domicilios.

MonoDialogo … Poema en el 59º día de recogimiento*

 

¿Es el silencio un antídoto?

— Tengo terminado el cuadro.

 

El silencio dentro del silencio,

es como un aislamiento

dentro del aislamiento.

— Lo rematé anoche.

 

Veo la vida desde fuera,

la veo en blanco y negro.

—Voy a ir a a la ferretería

 

No hay lugar para mi,

me gustaría disolverme

— Siempre se me dieron mal estas cosas,

el cuadro es para ti.

 

Se me ha caído un bote,

he roto la vitrocerámica,

está inservible de nuevo

— Vaya!

 

¿Alguna vez has sentido

que quieres desaparecer?

— No sé, no estoy seguro.

 

©Yolanda Jiménez

* Hoy es el  quincuagésimo noveno día de recogimiento. El gobierno de España decretó el Estado de Alarma el día 14 de marzo y desde ese día la mayoría de los ciudadanos tenemos la obligación de permanecer en nuestros domicilios.

Boicot … Poema en el 56º día de recogimiento*

 

Boicot

Mañana olvidaremos estos nombres”

– Luz Méndez De la Vega-

La atención de quien ama

acompaña los silencios,

©Yolanda Jiménez

pone flores en casa,

enciende velas,

siembra, respeta,

besa, regala.

En todas las fechas importantes

salía el mismo tema.

Aniversarios, reuniones,

cumpleaños, presentaciones.

Los preparativos tan cuidados,

y en el aperitivo o en el postre,

siempre explotaba la pólvora.

En mayo se derrumbó

el último castillo.

©Yolanda Jiménez

Se cansó de ser maga,

de llamarle por su nombre.

Cayó en la cuenta de que él

nunca la nombraba.

Muchas veces deseó escuchar

su nombre en los labios esquivos.

Comprendió que no tenía espacio

en una estancia viciada.

Él no la nombraba,

él no la amaba.

Ella se marchó a ser libre,

mañana olvidaremos estos nombres,

mañana.

 

©Yolanda Jiménez

* Hoy es el  quincuagésimo sexto día de recogimiento. El gobierno de España decretó el Estado de Alarma el día 14 de marzo y desde ese día la mayoría de los ciudadanos tenemos la obligación de permanecer en nuestros domicilios.

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