El camino del tantra: Un documental explicito sobre budismo esotérico

El episodio para televisión, escrita por Pedro Molina Temboury, se dedica a profundizar en la vertiente más esotérica del budismo tibetano: el tantra. Al parecer, Buda no predicó únicamente de forma pública, sino que también transmitió enseñanzas secretas (tantras) dirigidas sólo a una élite de iniciados. Los monjes nos muestran la forma de diseñar mandalas con arena de colores. Un mandala es un dibujo que se emplea para ayudar en la meditación. La palabra significa palacio y representa el universo, y también el arquetipo del laberinto que es necesario recorrer y llegar a su centro para alcanzar la iluminación. Se tarda unos siete años en aprender la técnica para dibujar mandalas. Según enseñó Buda, «nada existe, ni siquiera los dioses», por eso los mandalas una vez acabados se destruyen, para significar lo efímero de todas las cosas.El objetivo de la meditación es alcanzar el control de la mente. En varias entrevistas los monjes explican la forma de hacerlo, las técnicas, las posturas, etc. Asistimos en el documental a una ceremonia tántrica, de la que son instrumentos principales el vajra o cetro de diamante y la campana, cuyo sonido es personal para cada monje. Otro tipo diferente de ceremonia propia del tantra son las danzas de sentido esotérico, similares a las del antiguo Egipto o a las de los misterios dionisiacos griegos. El sexo tántrico es célebre en occidente, pero difícil de practicar en el Tíbet, pues los monjes y monjas viven en distintos monasterios. El monasterio de Sakya se encuentra cerca de la frontera de Nepal y entre sus numerosos tesoros destaca su biblioteca, con miles de volúmenes en tibetano, chino, mongol y sánscrito. Los libros antiguos no están encuadernados, sino que sus grandes hojas se guardan en cajas. Entrevistan a un monje que es el oráculo oficial del gobierno tibetano, al que se consultan determinadas cuestiones. Nos muestran el edificio de su sede, cerca de Lhasa, hoy vacío, ya que vive en el exilio de la India. Por primera vez, las cámaras han podido filmar al oráculo en trance. Durante su transcurso pronuncia palabras enigmáticas, que luego serán convenientemente interpretadas. Por último, nos resumen la vida de Milarepa, considerado el primer iniciado del Tíbet, y su maestro Marpa. Hay ermitaños que han abandonado los monasterios y van en busca de un auténtico maestro.

 

Tantra para ‘profanos’ o el sexo como sensación orgásmica

Comparto un artículo encontrado en el interesante blog  www.lelo.com

¿Sabíais que con independencia de creer en la doctrina, el sexo tántrico posibilita una nueva forma de vivir y entender el placer sexual? De hecho, hasta el archiconocido “orgasmo seco” tiene una explicación fisiológica que permitiría entender –científicamente– el orgasmo múltiple… ¡de los hombres! Pero estamos siendo muyprecoces, así que volvamos al principio: ¿Qué es eso del sexo tántrico? ¿De dónde viene y cómo aprendo a practicar el slow sex?

 

PAREJA PUNTITOS

Dibujo: Juan Peláez

En realidad, el tantrismo es la doctrina que recoge los escritos del tantra que, algunos atribuyen a Buda, y otros a predecesores o sucesores del mismo. En cualquier caso, es una filosofía que se encuentra tanto en el hinduismo como en el budismo, y cuyo objetivo consiste en integrar las energías femeninas y masculinas; un camino a laIluminación que llega por el amor al cuerpo, a la mente y al espíritu. A mi juicio (aunque hay personas ilustradas que los diferencian), el slow sex es casi lo mismo, pero con la omisión de las creencias específicas y del vocabulario esotérico.

Los principios del sexo tántrico

Si se os ha pasado por la cabeza practicarlo, primero tenéis que entender algunos principios básicos. Y es que, como veréis, puede que contradiga algunas (¡o todas!) las ideas que has aplicado en tu vida sexual hasta la fecha. Por decirlo de una forma simple, el sexo tántrico (neotantrismo o slow sex) se concentra en la sensación orgásmica y no en el orgasmo en sí.

Éxtasis sexual

Al contrario que nuestro modo de vida occidental, rápido y basado en la satisfacción inmediata de la necesidad, el objetivo del sexo tántrico no es el coito a cualquier precio. Esto es, no consiste en la búsqueda de la eyaculación (masculina o femenina), sino en el placer de la situación –felizmente– orgásmica: el éxtasis físico y espiritual (anímico, para los no-creyentes).

No estamos restando valor a lo que el sexo «convencional» puede aportar a las relaciones, simplemente hay que entender que la duración del coito tántrico puede alargarse durante horas. Si lo queréis desarrollar como un remedio alternativo en la búsqueda para evitar la eyaculación precoz del hombre, es completamente legítimo, aunque debéis reservar un tiempo, ser persistentes y regulares en vuestra cita semanal con el placer.

Sexualidad de pareja

El sexo es mucho más que penetración, es el resultado físico de una situación anímica común, provocada por la comprensión de las sensaciones que cada uno genera… en los chakras (centros de placer) del otro. Al igual que no podemos prever cuándo vamos a conocer por completo a una persona, entender la respiración y las zonas erógenas de nuestras parejas conlleva un tiempo relativo de aprendizaje.

Más que una obligación, es una consecuencia lógica: el sexo tántrico es sexo en pareja, entendido como opuesto al sexo casual. Y es que, como ya hemos avanzado, no sólo tenéis que conocer la respuesta fisiológica y emocional de la persona con la que se practica, sino que se deben potenciar todas las sensaciones que vayáis descubriendo en ella.
Cómo practicar sexo tántricoPAREJA CON NUBES

El tantra o neotantra sólo se puede practicar si se abrazan los principios mencionados que conducen a entender el sexo como una ceremonia, en la que se desbloquearán los centros de placer de la pareja. Pero si no quieres abrazar su lenguaje esotérico, puedes sustituir los términos en la versión pagana del slow sex.

 

Conocimiento de los centros de placer

No sólo hay que estudiar cuáles son las zonas erógenas con las que los humanos nos podemos activar sexualmente, sino también aprender a estimularlas en el modo en que nuestra pareja (¡y nosotros mismos!) desbloqueamos nuestra coerción sensitiva. Por ejemplo, acariciar con mayor o menor intensidad los pezones del hombre, ohacerlo con plumas en vez de con los dedos, puede llevarles a otro estadio sensorial que, emotivamente, habían bloqueado.

Entre otros, la Marapuama, Catuaba o el Ginsengsuelen ser recomendados por expertos en tantrismo. Pero, en mi opinión y como ya dije en su momento, todo aquello que nos predisponga al sexo y no suponga un daño para nuestro organismo, posee la capacidad para convertirse en el mejor afrodisiaco.

Conocimiento para ambientar el lugar

Tod@s, hasta las personas más reacias a tomarse en serio el tantra, han encendido velas alrededor de la cama o la bañera; han dejado que el aroma de los inciensos inunde la habitación; o han pasado horas pensando una playlist con las canciones que desean oír para hacer el amor. Como veis, estos no son elementos exclusivos, pero sí serán necesarios para el sexo tántrico.

El masaje se entiende como la forma de excitar y relajar la energía de la pareja. Existen tres masajes básicos que requieren del orden preciso para las 3 secuencias (a saber: dorsal, frontal y final). Pero, previamente se debe aprender el posicionamiento de las manos que permita llegar a entender ladigitopuntura sexual en toda su extensión. Si bien, esto es material para desarrollar en otro artículo…

En este primer contacto con el Tantra, la idea es entender que el sexo puede ser más que penetración y eyaculación. De hecho, representa un enfoque único para la sexualidad y la obtención de un placer distinto (a veces, en forma de yoga sexual), cuya práctica no sólo revivirá libidos olvidadas (o jamás sentidas!), sino que dotará de un nivel de intimidad más profundo en la pareja. La cercanía de vivir el sexo como sensación orgásmica es, dicho sea de paso, una forma de entender el orgasmo múltiple.

 

Por: Ana Ruiz

www.lelo.com

 

 

 

 

Sexo tántrico y multiorgasmo masculino

El sexo tántrico tuvo su primera aparición en la India hace aproximadamente unos 5000 años. Se popularizó en Occidente, hace unos años, cuando el cantante Sting comentó que lo practicaba con su mujer en sus encuentros eróticos con una duración de hasta 7 horas

 

MANOS TANTRA

Pensar en un encuentro erótico con una duración de más de 1 ó 2 horas nos resulta extraño puesto que por lo general nuestras relaciones sexuales se basan en dedicar más tiempo al coito que a otras prácticas que aumenten el estado de excitación y aporten placer.

Decir  “otras prácticas” y no “preliminares” es importante, porque transmite la idea de que son  prácticas iguales o más placenteras que el coito. De otro modo, otorgaríamos  a la penetración el epicentro de la relación sexual. Y ésta, no  es tan importante en los encuentros. En realidad ni para el sexo tántrico ni para ningún tipo de encuentro erótico. Los preliminares simplemente son más conductas estimulantes que permiten excitarnos y disfrutar de la relación sexual.

En el sexo tántrico el 80% de la relación va enfocada a expresiones de afecto o pasión como por ejemplo besos, caricias, miradas, masajes, auto-estimulación o masturbación mutua, y sólo el restante 20% de la conducta sexual está dedicada a la penetración. Con esto se consigue desviar la atención de las metas y del rendimiento sexual, y además, en caso de disfunción sexual, es una práctica que ayuda a evitar preocupaciones y discusiones e incluso malestar con la pareja.

Mediante las técnicas empleadas se consigue una conexión física y mental con uno mismo y con la pareja, alcanzando así una relación de mayor calidad y duración. Con esto las posibilidades de aumentar la intensidad del orgasmo, tanto en la mujer como en el hombre, así como el retraso de la eyaculación masculina, aumentan. Además, también permite tener al hombre orgasmos secos y orgasmos múltiples, es decir, permite controlar el momento de eyaculación y obtener orgasmo sin eyaculación.

TANTRICO

Biológicamente, todos poseemos las capacidades necesarias para poder llevar a cabo la práctica, sin embargo, este estado de plenitud no se alcanza de un día para otro sino que requiere práctica y sobre todo paciencia. Con el tiempo, es más que probable que podamos disfrutar de los beneficios de la experiencia.

Es importante planificar el encuentro. Esta práctica no es un “aquí te pillo aquí te mato”, por lo que requiere tiempo, espacio y tranquilidad. Aquí no existen objetivos, ni metas, ni tiempo límite.

Para controlar y practicar el sexo tántrico es necesario además, llevar a cabo ciertos ejercicios respiratorios y musculares del suelo pélvico.

 

1. Ejercicios respiratorios:

Inspirar aire por la nariz durante 4 segundos – aguantar el aire dentro de los pulmones durante 4 segundos – Expulsar el aire por la boca durante 8 segundos. Repetir esta práctica al menos 3 veces antes de pasar al siguiente ejercicio.

2. Ejercicios para fortalecer la musculatura del suelo pélvico (Ejercicios de Kegel):

Para hombres: Estando el pene en erección, coloca un pañuelo de tela encima de él. Ahora intenta subir y bajar el pañuelo con el pene sin que se caiga, aguantado 2 segundos el pene con el pañuelo arriba. ¿Notas qué músculo es el que hace la fuerza? Ese es el músculo pubococcigeo. Repite el ejercicio 10 veces.

Para mujeres: 

  • Apriete los músculos del piso pélvico. Manténgalos apretados y cuente de 6 a 8.
  • Relaje los músculos y cuente hasta 10.
  • Repita 10 veces, tres veces al día (mañana, tarde y noche).

Estos ejercicios se hacen de forma autónoma y van separados del encuentro sexual ya que éste sólo va dedicado al disfrute y conexión con el otro.

 

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Según las investigaciones, la eyaculación retrógrada no es dañina para el cuerpo si se lleva a cabo de forma voluntaria, pero sí puede ser señal o consecuencia de infertilidad masculina e incluso otros problemas de salud (siempre y cuando,ésta no se lleve a cabo de forma voluntaria, importantísima aclaración para no crear confusiones).

De todas formas, el sexo tántrico no se basa sólo en alcanzar el orgasmo seco, es mucho más que todo eso, por lo que éste puede seguir realizándose siempre y cuando se excluya la práctica problemática e innecesaria en este caso.

Os dejo un vídeo de un documental que se emitió en Cuatro  que aclara estos conceptos:  http://www.dailymotion.com/video/xjb6lo_sexo-tantrico_school

 

http://www.weloversize.com

 

 

Tantra: la apertura del amor consciente

Desde hace unos años, el tantra, junto con la sexualidad sagrada y la alquimia sexual, han invadido la curiosidad de muchos. En los últimos años han empezado a emerger libros, artículos, reportajes, cursos. Comparto este  este artículo de Xabier Domenech, donde se aclaran algunos de sus misterios para adentrarnos en su esencia.

 

¿Qué es?

Tantra significa «tejido que entrelaza conciencia». Aglutina una serie de prácticas vinculadas al despertar de este tejido a través del contacto con el estado de presencia.
Se realiza a través de meditaciones muy sencillas que te permiten adentrarte en el flujo de la conciencia. Es una vía mística que no tiene como base ningún tipo de adoctrinamiento ni represión, se fundamenta en la escucha y un respeto profundo por el cuerpo y la propia esencia.

El amor
El tantra considera que el estado de amor es el estado natural del ser humano y la única puerta para entrar en la experiencia consciente (o shamadhi). El amor no es percibido como en Occidente, no atiende a unas reglas para llegar a ser una buena persona o responder a ciertas necesidades de otra persona o del colectivo.

El amor en tantra se considera el estado natural del ser humano. Es una cualidad inherente en nuestra naturaleza, no nos queda otra opción que amar. No es una decisión que puedas tomar, tampoco es realmente una actitud que puedas tener, es tu estado natural.

La mayoría de ejercicios de tantra te guían a ser más consciente de la calidez que se despierta en ti cuando eres consciente de que el amor es probablemente el factor más importante en tu vida. Este te conduce a un estado de rendición consciente que te permite abrazar lo que es, afirmarlo profundamente. En esto suceden los destellos del espacio místico, sagrado y transpersonal. Sucede el entendimiento de que somos pura dicha, celebración.

Meditación
El tantra es y sucede en un espacio de meditación. Meditación no es más que entrar en un espacio donde pueda producirse el fenómeno de la observación, principalmente del cuerpo y sus sentidos. En esa observación sucede el despertar de un sentimiento no dual de unidad y amor. En ese espacio todo lo que nos sucede es acogido de otra manera y ahí reside la alquimia transformadora del tantra.

El tantra tiene otras vías de meditación: desarrolla la observación conservando la plena identificación y experimentación de lo que está sucediendo, sin rechazar ni apartar ningún impulso corporal o afectivo. No necesita crear distancia de la experiencia para meditar, sino todo lo contrario, involucrarse plenamente para poder experimentar más conscientemente. De esta forma, las experiencias más mundanas y corporales, en esa plena aceptación, se vuelven sublimes.

La intimidad como camino de liberación (o moksha)
En la práctica del tantra, uno de los puntos más importantes al que te guían sus ejercicios es al estado de volver a sentir ese espacio donde tu ser se manifiesta de manera inocente y espontánea.

En el proceso de reconocimiento de la verdad interior que provocan los ejercicios y rituales tántricos lo viejo y falso en ti empieza a morir. Empieza a manifestarse esta parte de uno que siempre ha estado allí, que siempre ha permanecido allí, una parte de ti tan extremadamente sencilla y honesta como verdadera, profunda y estridentemente real. En el compartir tu intimidad con otra persona te enriqueces, te abres, te vuelves más cálido, flexible, te expandes, tus opiniones son relativizadas y, al ser proyectadas, pierden valor y peso.

 

¿Qué se hace?
Recorrer el silencio, el amor, el placer y la celebración consciente de la existencia de una manera libre de dualidad, dentro y fuera de ti.

Esto sucede a través de varios senderos: la sadhana o práctica tántrica tiene como objetivo el reconocimiento de nuestra esencia (o amrita). Se accede a este estado a través de varias vías: devoción (bhakti), respiración consciente (pranayama), meditaciones activas, meditaciones tántricas del Vijnanan Bhairava Tantra y otros textos sagrados, ejercicios de consciencia corporal, despertar de las polaridades femenina y masculina «Shiva Shakti», despertar de los chacras, bioenergética tántrica, el toque de «anhata» (chacra del amor), el tantra de la emoción, danzas tántricas, la unión mística, «satsang» (el reconocimiento de tu verdad), celebraciones y rituales donde asentarse en nuevos estados de conciencia y nuevas comprensiones.

Son siempre ejercicios muy simples destinados a que acontezca ese despertar. Poner la mano en elcorazón de otro ser; mirarse a los ojos; sentir el contacto de tu piel en una caricia; respiraciones y ejercicios energéticos que facilitan que suceda un fluir de la propia energía; permitir que tu cuerpo emocional respire, sea visto, reconocido y acogido por tu cuerpo consciente; reposar tus manos en determinados puntos del cuerpo y descansar profundamente allí tu consciencia.

Estos ejercicios aparentemente tan sencillos son guiados por una dakini o un daka, que es aquel que ha entendido la naturaleza del corazón. Este usa estos canales y otros para inducir a su discípulo a inimaginados estados de reconocimiento interior, trance, expansión energética y obertura a la propia inocencia o desnudez del alma. Experiencias a veces crudas y profundamente amargas y reveladoras otras increíblemente extáticas, profundas y transformadoras.

¿Qué relación tiene con el sexo?
Reconoce el sexo como origen de nuestra vida. Por lo tanto, en la observación meditativa o contemplativa de esta, se identifica con ese movimiento esencial.

Eso no significara siempre que sus prácticas sean sexuales, la gran mayoría de hecho no lo son. Pero en ellas reside el respeto y el reconocimiento a ese movimiento energético dentro de ti y por doquier en toda la existencia. El tantra se mueve en el oleaje de la magnitud de esta energía tan primordial en nosotros y en el cosmos.

 

¿Tantra es no eyacular y tener más orgasmos?
No. Que no eyacules o que tengas más orgasmos no significa que eso sea tantra. El tantra lleva en sí una comprensión más profunda de tu naturaleza y de tu sexualidad, y eso, inevitablemente, conlleva cambios profundos en cómo se manifiesta tu sexualidad y tu manera de relacionarte. Pero esos cambios son un fruto, una consecuencia, no una meta o un objetivo.

Son los cambios que suceden cuando tú empiezas a reconocerte a ti mismo como un ser sensible, consciente, humano y divino a la vez, limitado e ilimitado a la vez, vulnerable y extenso al mismo tiempo. El tantra pone el énfasis en el respeto, el amor, el cuidado y el sentir. Se empieza a dejar que la consciencia se vuelva a apoderar de los sentidos y demás vías de contacto del cuerpo y del ser (los tattvas). En definitiva, a sentir capas más profundas y sensibles de nuestra configuración humana.

Aunque existen tratados de alquimia sexual que describen cómo modificar el comportamiento de tu sexualidad, el tantra no está interesado realmente en que tú crees ningún tipo de modificación en tu sexo. Te invita más bien a que lo abraces, a que lo cuides, a que le aportes calidez, amor, y en este gesto se da una apertura a unas dimensiones mayores en nuestra sexualidad. Es aportar un espacio de meditación profunda en tu sexo, en tu cuerpo y en tu vida.

 

Sexo tántrico: cinco niveles de relación

 

El Tantra no limita la relación sexual al contacto genital, por el contrario, abundan los detalles y preparativos, que tienen el objetivo de maximizar la experiencia del orgasmo al retrasar el mismo.

amor azul

 

 

Esta práctica trata sobre los cinco niveles de relación previos a la penetración y como con su práctica, y controlando indefinidamente la ola de placer que te inundará puedes alcanzar el paraíso. Antes de la penetración hay cinco niveles que practicar y gozar:

  • Nivel mental: El poder del deseo y su visualización nunca será suficientemente valorado. La visualización es capaz de convertir dicho deseo en realidad siempre y cuando el deseo halle reciprocidad en la otra parte.
  • Nivel de la mirada: A menudo la mirada es la primera forma de penetración. Los mecanismos que desencadena una mirada cargada de erotismo, pueden conducirte al borde del orgasmo. El drishti, es un ejercicio tántrico que se basa en el poder de la mirada para desencadenar la excitación sexual. Si mantienes la mirada durante el beso y durante la penetración, tus sensaciones se multiplicarán. Si quieres obtener el máximo goce nunca cierres los ojos, son una puerta abierta a sensaciones increíbles, e incluso al orgasmo sin que medie otro tipo de contacto.
  • Nivel de la palabra: La forma de hablar, el tono de la voz, el tema y las palabras elegidas pueden producir efectos tanto para propiciar como para inhibir el placer. La palabra es fundamental en el contacto sexual tántrico. Permanecer en silencio durante la relación no es una buena práctica, pero tampoco lo es romper el silencio de cualquier modo. Las palabras deben ser un estímulo de la sexualidad, promover la excitación y alimentar las fantasías, liberando los instintos.
  • Nivel de la caricia: El acariciar es un arte, y como todo arte se llega a la excelencia mediante la práctica y prestando atención a los efectos causados por las caricias en la otra persona. Lo que hace las delicias de una produce rechazo en otra, así que hasta que conozcas bien la sensibilidad de tu pareja se delicado. Que tus manos sean fuente de placer y no de malestar.
  • Nivel del beso: Los labios y la mucosa bucal reproducen el aspecto y la textura genital. El beso es un mecanismo poderoso para la estimulación sexual, lo que se multiplica cuando se mantiene la mirada.El beso es un momento de éxtasis fugaz que se puede prolongar tanto cuanto se desee. Increíblemente hay quienes lo han eliminado de sus contactos sexuales, perdiendo de este modo, una fuente inagotable de placer adicional. Es también una característica de evolución, reservada a la especie humana.Para obtener sensaciones sublimes, debes aprender a hacerlo. Besa con suavidad, explorando los labios del otro, deslizando tus labios sobre los de él o ella, alternando la presión, ejerciendo una suave succión, acariciando con la punta de tu lengua su mucosa bucal. Pero lo más importante es que te entregues al acto de besar, que te sumerjas en el beso y puedas transmitir y recibir del otro, las sensaciones profundas que experimentan sus cuerpos.
  • Pareja  mística

Practicando estos niveles a conciencia el placer que habrás obtenido habrá sido tanto, que te sorprenderá que aún no haya habido penetración, aunque puede que no hayas podido evitar el orgasmo. No importa sigue practicando hasta que sepas prolongar indefinidamente la ola de placer que te inundará.

 

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Alquimia sexual

 

Los alquimistas, esa tradición oculta que recorre tanto Occidente como Oriente, llevaban a cabo una serie de conocimientos prácticos no sólo encaminados a transmutar metales pesados en oro. Su labor en busca de “la piedra filosofal” abarcaba todo tipo de ámbitos, la existencia entera, todos los rayos del crisol. Perseguidos o simplemente conscientes de que el conocimiento es poder y exige gran responsabilidad, los grandes adeptos de esta ciencia oculta, revistieron sus hallazgos de una serie de metáforas y símbolos (también, hay que decirlo, sabían que la verdadera ciencia es un arte), hasta el punto de que hoy llamamos hermético a algo que es impenetrable (siendo que la alquimia nace de la figura de Hermes, el dios y el hombre, microcosmos, espejo esmeralda, ave y serpiente). Así, su milenaria travesía en búsqueda de la transmutación de los metales puede leerse sobre todo como la continuidad de una búsqueda espiritual a través de la materia: los metales pesados simbolizan el cuerpo físico y el oro, la destilación del espíritu.

No sólo Aleister Crowley y otros practicantes de la magia sexual consumían de manera ritual “efluvios sexuales”, los alquimistas hacían preparaciones con ciertos líquidos vitales para acelerar su proceso o justamente para capturar su plenitud y alargarla. Se sabe que los líquidos vaginales producidos por la excitación sexual, o la misma vagina, eran llamados “el Águila Blanca” y el semen y/o el pene, “el León Rojo”. En el texto alquímico,  The Sounding of the Trumpet, podemos leer una alusión a esto: “En La Piedra Lunar yace el azufre blanco, en la Piedra Solar yace el azufre rojo, y  la Piedra Mercurial los envuelve ambos, lo cual es la fuerza unificadora del Magisterio”.

 

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Los Arcanos de “Los Amantes” y “El Arte” en el Tarot de Crowley. La primera carta muestra a los amantes, rey y reina, sol y luna, acompañados por el León Rojo y el Águila Blanca. La
carta de “El Arte” muestra los colores invertidos ante el crisol: la alquimia ya se ha producido.

 

 

 

 

 

 

 

La alquimia, pese a su complicado andamiaje simbólico y esotérico, es fundamentalmente algo que se obtiene y aprende de los procesos de la naturaleza, los cuales son estudiados detenidamente, debajo del velo epifánico. De igual manera que la Tierra produce oro en la profundidad de su manto (terremotos alquímicos, ¿el orgasmo se siente como un sismo?) o las estrellas generan oro en sus núcleos al colisionar con otras estrellas en una especie de sexo cósmico, el alquimista produce el oro en su atanor. Su obra magna es recrear la creación misma (esto es lo que acerca a la divinidad, imagen y semejanza). “Para los alquimistas, el proceso de individuación representado por el opus era una analogía de la creación del mundo”, escribe Jung. El opus, el secreto de su búsqueda, se puede decir que es la misma creación del mundo. El adagio fundamental de la filosofía hermética es “como arriba, es abajo” y también el hombre es el microcosmos del universo. No existe otro acto que repita y refleje la creación del mundo como la cópula.

 

La Fuente de la Eterna JuventudMIRADA DE AGUA

La lluvia no te moja
eres la llama del agua
la gota diáfana de fuego.
-Octavio Paz

Existen numerosos relatos que tratan de situar la Fuente de la Eterna Juventud en países remotos, en jardines secretos, bajo el celo de guardianes, como dragones u otros seres fantásticos y temibles, como un agua luminosa. Igualmente se habla de numerosos elíxires, talismanes u operaciones mágicas que conferirían el ansiado proceso de revertir el envejecimiento, vencer el tiempo, a la vez que entregar una belleza inmarcesible, radiante y límpida. Estas aventuras son sumamente divertidas y están llenas de símbolos, enseñanzas y también de verdaderos misterios. Son un cuerpo de conocimiento secreto que se revela sólo en secreto (los símbolos permiten a la mente ver lo que yace invisible en el mundo material). Aprendiendo de la misma tendencia simbólica de los alquimistas y de la filosofía oriental que llama a dedicarse a lo más íntimo y presente (como aquella historia del hombre que viaja sólo para descubrir que el tesoro estaba enterrado en su casa), ¿por qué no pensar que la fuente de la juventud está en el cuerpo mismo (una perla azul debajo del ombligo) y en su interacción con su espejo, con su otredad llameante?

No son pocas las religiones que tienen como su más sublime misterio iniciático la sexualidad. El taoísmo, a través de técnicas como las que se encuentran en el qi-gong, es sobre todo una cultivación y un refinamiento de la energía sexual (el Tallo de Jade que se introduce en la Gruta de forma de Grano es una operación de alquimia milenaria, similar a la luz del sol que penetra la oscuridad). En la India tenemos el tantra y el yoga, que igualmente buscan la unión. La unión del hombre consigo mismo, con su espíritu, la unión del hombre y su alma con Dios, pero sobre todo a través de la unión de los opuestos, Shiva y Shakti, el lingam y el yoni, la serpiente y el loto (el mismo hatha yoga lo nombra: ha, sol, y tha, luna). El misticismo árabe y mi intuición me dicen que también los misterios del cristianismo, de María Magdalena y Jesús, de la Rosa y la Cruz, contienen una veta erótica secreta. Esta unión de las energías que se oponen pero que en realidad se complementan, se llaman y se abandonan para seducirse de nuevo y recobrar intensidad en su abrazo, no tiene para el ser humano un arena superior al sexo o al intercambio erótico (no necesariamente sexual) entre la energía masculina y la energía femenina. Podemos decir que el mundo entero no es más que la preproducción y el teatro mismo para la realización de este encuentro. El impulso biológico nos llama a reproducirnos, pero existe otro impulso, más sutil, en esta urgencia de la evolución, que nos llama a sublimar nuestra existencia y encender el fuego en el agua. Y he ahí la fuente de la eterna juventud.

Fuente :@alepholo

 

 

Sexo sagrado y música iniciática

Canciones viajeras con mensajes codificados

Las tradiciones iniciáticas son propias del ser humano y se desarrollan a lo largo de diversas épocas y lugares. En nuestro país, la mayoría son herederas de nuestro contexto

judeocristiano,

con algunas influencias  célticas, mediterráneas y paganas.
Una muestra son los trovadores que se sirvieron de la música, los relatos y los sentimientos en una Edad Media cuya imagen es de sombras y alejada de los valores que hoy llamamos de la humanidad.

El amor cortés de los trovadores podría tener relación con otros movimientos de la época de contenidos esotéricos (con su propio cancionero), pero aparentemente inocentes, cuya aparente frivolidad escondía toda una filosofía esotérica cuyas posibles relaciones exploramos en el artículo «la fiesta de los locos o del asno y los goliardos»

Conexiones esotéricas

La primera de estas tendencias musicales surgió sobre el s.XI del Languedoc, lugar que fue cuna de la herejía más importante y que hizo peligrar el poder de la iglesia: los cátaros, con los que pudieron tener relaciones ocultas.

 

El cancionero del movimiento trovadoresco (trobar clus) consistía en versos al amor imposible y secreto a una dama desposada. Amor que, aunque adúltero, casto, incluso espiritual, generalmente nunca presentaba contacto físico y si en algún momento lo hubiese, este perdería su sentido. La dama se convertía en una representación de la Diosa y la divinidad femenina. En el fondo, era una metáfora a la iniciación, llena de mensajes ocultos que sólo los iniciados podían descifrar.

Mientras que en los cantos goliardos (Carmina Burana) se exaltaba la sexualidad y el placer de los sentidos, aunque dotándole de simbologías para transmitir un mensaje más allá del evidente. Los trovadores, al igual que los goliardos, podían ser humildes o poderosos y ambos eran cantores errantes que llevaban su mensaje de un lugar a otro.

Conexión tántrica

Durante esta investigación nos llamó la atención que estos dos movimientos reflejen, dentro del mismo tema, dos posturas contrapuestas que nos recuerdan al Tantra seco hindú, camino que ve a la mujer como la Diosa a alcanzar e intenta sublimar la energía sexual a través de la meditación y convertirla en espiritual, equilibrando la esencia de la divinidad femenina y la masculina de cada uno para lograr la iluminación.

El Tantra húmedo intenta conseguir esto a través de relaciones sexuales ritualizadas, recurriendo a ritos que para los profanos podrían parecer lujuriosos, pero todos con un fin que va mas allá de una satisfacción de las pasiones. Esto último se refleja en los relieves de imágenes explicitas en muchos templos de la India.

El Tantra húmedo está muy allegado a otra forma de camino espiritual, el de la mano izquierda. En India se relaciona con un camino en el que primero debe hastiarse de todo lo mundano -sexo, alcohol, comida- para pasar al extremo contrario, al de los Shadus, o sea al ascetismo total, algo así como lo que le sucedió a Siddhartha Gautama Buda, como en “el camino del loco”.

No decimos que haya relación directa entre los trovadores y los goliardos con lo anteriormente referido, porque no conocemos conexiones, pero quizás sea otra versión del mismo modo de entender la espiritualidad. La de los goliardos en conexión con los rituales del Hiero Gamus, que es la antiquísima versión de occidente del Tantra húmedo.

El Hiero Gamus

Estos ritos sexuales para elevar la conciencia tienen más de 7.000 años de antigüedad, su primera mención está en el relato sumerio “La Epopeya de Gilgamesh”.

Los Hiero Gamus son la herencia de éstos a través de tradiciones de diferentes culturas mediterráneas en que las mujeres, al ser iniciadas en los secretos de la Diosa, consumaban el acto con los iniciados dignos, acompañados con cantos y danzas rituales para ayudar a la energía masculina más básica a conectar con la Diosa. Durante la edad media se popularizó a través de la simbología de las bodas alquímicas.

Ante todo la Diosa Madre

Varios investigadores relacionan trovadores y expansión de la filosofía cátara y los mensajes ocultos de sus cantos difusores del culto a la Diosa, como para muchos hicieron los templarios en tiempos peligrosos para el poder femenino.

Los goliardos en sus letras incluyen muchas referencias a las deidades femeninas, pero sobre todo a la Diosa fortuna. La primera página del códice del Carmina Burana (Codex Latinus 4660) está iluminada por la carta del tarot de la fortuna. La canción que abre y cierra el manuscrito es “Oh fortune”.

Fors Fortuna

La Diosa fortuna a la que se le consideraba también la propiciadora de la maternidad, es decir una Diosa madre, hija de Juno, para más redundancia, Diosa de la maternidad. El día grande de la Diosa fortuna se celebraba en Roma el 24 de junio con la llamada Fors Fortuna.

En este día se permitían ciertas libertades licenciosas y la embriaguez dentro de los dos templos dedicados a esta Diosa, seguramente dentro de algún contexto ritual. Con el tiempo nos llega con el eco de borracheras desenfrenadas, lo que nos recuerda de nuevo la festividad de los locos.

Parece que entre el s.X y XIII se produjo una época llena de intentos de diferentes sociedades, grupos espirituales y herejías para hacer resurgir el poder de la Diosa, como si cada cierto tiempo alguna mano moviera todos los hilos para el renacimiento de la divinidad femenina.

Suite101.net ( Juan José Sánchez Ortiz. Javier Escalada)

Tantra: Alquimia sexual

 

Sexo consciente, sexualidad trascendental, expresiones que se escuchan cada vez con más insistencia, son las nuevas denominaciones para algo que existe desde hace miles de años en oriente: el Tantra. Esta valiosa herramienta permite transformar algo aparentemente mundanal, el coito, en algo elevado. La práctica de esta alquimia desencadena un proceso de autorrealización cuya consecuencia más importante es una nueva manera de ser, de vivir, de pensar y de sentir más consciente.

 

 

La pareja tántrica unida por la devoción mutua, más allá del egoísmo, experimenta su verdadera naturaleza divina y extrae lo mejor que hay en el interior de cada uno de sus miembros.

En el Tantra se adora a la energía femenina en comunión con la masculina. Cada uno de nosotros, tanto hombres como mujeres, tenemos ambas energías en nuestro interior. Shakti, el principio femenino, creativo y sensual, envuelve a Shiva, el principio divino inmortal y masculino, hasta fusionarse y convertirse en un solo ser que liga los opuestos, en unas bodas místicas, para conectar con la energía primordial. El amor humano se convierte entonces en un puente hacia el amor divino.

Si aceptamos al ser humano como ser espiritual, ser mental y ser corporal, este último aspecto, el cuerpo físico, se convierte en un Templo dedicado a nuestro ser más elevado, que debe mantenerse sano y en armonía por respeto a la divinidad que habita en su interior. En ese momento se puede unir sexo y conciencia y aplicar trascendencia en nuestras relaciones y subir así uno de los escalones de la escalera que conducen hacia la Libertad. El sexo que nos dio la existencia ayudará a nuestra liberación.

El Hombre/Shiva

Debe desarrollar la habilidad para alargar e intensificar el acto amoroso, cuanto más goce su pareja más energía generará su ser. El placer no se encuentra en eyacular sino en hacer gozar a la pareja.

El Tantra considera importante que el hombre no eyacule porque la energía que normalmente se libera hacia fuera debe ser dirigida hacia planos superiores y sutiles. La clave está en la respiración, con ella se calma la mente y con la mente en calma se puede gobernar la eyaculación. El afán de crecimiento interior debe presidir el acto y se debe descartar la idea de sexo rápido y fácil que sólo sirva para liberar la ansiedad y desahogar un instinto
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Mujer/Shakti

Descubre que es la fuente mágica del deseo para el hombre. Ella, cuando es consciente de su poder, hechiza al varón y como caudal de fuerza creadora que es, conduce al hombre hasta su esencia más elevada. Ella debe esforzarse por extraer lo que él simbólicamente le niega, su fuerza, representada por el semen que sólo será expulsado por un acto voluntario del varón.

 

 

Sexo común Sexo tántrico
Se pierde energía. Retroalimentación energética.
Muy limitado en el tiempo. Puede durar horas.
Cae en la rutina. Amplia la conciencia.
Agota el deseo y la pasión. Intensifica el deseo y el fuego interno.
La mujer es pasiva. El hombre es pasivo.
Se basa en el egoísmo. Es la unión de dos almas.
Envejecimiento prematuro. Potencia la longevidad.
Ata al pasado instintivo/animal. Conduce al futuro humano/espiritual.

 

Por: Antonio Newman.

 

Tantra, sexo y feminidad

 

Cuando una mujer hace el amor con “penes emocionales”, con penes compulsivos y egoístas, que no saben estar presentes amorosa y desinteresadamente dentro de su vientre, está acentuando la herida. El contacto con el pene de un hombre que ha sanado o que está en el camino consciente de sanación, que ha abierto su corazón, que ha integrado en él mismo la energía femenina, la energía de la Diosa, comienza, sin embargo, a purificar el vientre femenino.     El cuerpo es un símbolo y el vientre, el útero femenino, es el símbolo de la conexión con lo no manifestado, la Diosa. El vientre femenino ha sido agredido durante miles de años, por el mundo masculino y la energía metálica separada del corazón y la Madre Tierra que ha dominado nuestra civilización.     Y aún hoy sigue siendo agredido terriblemente en nuestra “avanzada” civilización. Se le agrede cuando el hombre sigue utilizándolo para descargar toda su frenética compulsividad mental, cuando tantos y tantos hombres se masturban dentro del vientre de una mujer y a eso le llaman hacer el amor. Le agrede la propia mujer cuando permite que cualquier hombre entre dentro de ella, y cuando ella misma copia los patrones sexuales masculinizantes, dirigiéndose a una sexualidad superficial (clitoridiana) y convirtiéndose en ese tipo de mujer,  tan común hoy en día, que utiliza activamente la sexualidad desligada del sentimiento. Se le agrede por supuesto en los hospitales, en el llamado “parto tecnológico” dominante hoy en día, donde tantas y tantas mujeres paren de forma antinatural y son sometidas a la atrocidad de la episiotomía y otras aberraciones médicas, en aras del la “efectividad técnica”. Se la agrede cuando se ha inventado la píldora, que destruye el ciclo femenino, o todos los otros sistemas anticonceptivos intrusivos en el cuerpo de la mujer, curiosamente siempre sistemas para la mujer, ¿porqué no para el hombre?. Se agrede el vientre femenino, cuando se ha hecho creer a la mujer que su regla es un trastorno, una molestia “que tiene que sufrir” y que la impide actuar en un plano de “igualdad” con el hombre. Cuando se la ha hecho separarse del momento sagrado que es la menstruación y a base de “tampax” apartarse e incluso repudiar su propia sangre. Podríamos continuar con un sin fin de agresiones más de una civilización masculina que, desde su “omnipotente” hemisferio izquierdo, ha cometido y sigue cometiendo para controlar y aplastar a la Diosa, a la cual ha temido y no ha entendido. No es de extrañar que nuestra civilización esté destruyendo la Tierra, siendo la Tierra la expresión por excelencia de la energía de la Diosa.     Es necesario que el vientre femenino sea sanado de todo el dolor, de todo el miedo y de todo el rencor, del karma colectivo, de miles de años de aplastamiento de lo femenino, de desprecio y de agresión a la Diosa.    Existen diferentes formas, y lo que podríamos llamar técnicas de sanación, que desembocan todas en tomar consciencia de la verdadera identidad, despejando todas las creencias erróneas sobre uno mismo incrustadas en nuestra mente-cuerpo. El mismo acto sexual, en la forma tántrica, es una potente forma de sanación.    La sexualidad tántrica puede ser una ayuda poderosa en el camino de sanación del vientre femenino, pues revierte el proceso de la enfermedad del desamor que inunda las células del vientre femenino. Cuando una mujer hace el amor con “penes emocionales”, con penes compulsivos y egoístas, que no saben estar presentes amorosa y desinteresadamente dentro de su vientre, está acentuando la herida. El contacto con el pene de un hombre que ha sanado o que está en el camino consciente de sanación, que ha abierto su corazón, que ha integrado en él mismo la energía femenina, la energía de la Diosa, comienza, sin embargo, a purificar el vientre femenino. Comienza a darle “nueva información”, esta vez desde la consideración, desde el amor. Por eso es muy importante para cualquier mujer en el camino de sanación consciente, ser cuidadosa en sus relaciones. No se trata de represión, de negar ahora el derecho de libertad sexual, tan arduamente conseguido; sino de una toma de consciencia de “lo que estamos haciendo”. Pasado el tiempo, tan necesario, después de siglos de locura de represión, de la liberación sexual de los hippies, estamos ahora en otro lugar, donde debemos empezar a tomar responsabilidad sobre las verdaderas consecuencias de lo que hacemos.
Cuando una mujer hace el amor con “penes emocionales”, con penes compulsivos y egoístas, que no saben estar presentes amorosa y desinteresadamente dentro de su vientre, está acentuando la herida. El contacto con el pene de un hombre que ha sanado o que está en el camino consciente de sanación, que ha abierto su corazón, que ha integrado en él mismo la energía femenina, la energía de la Diosa, comienza, sin embargo, a purificar el vientre femenino.

El cuerpo es un símbolo y el vientre, el útero femenino, es el símbolo de la conexión con lo no manifestado, la Diosa. El vientre femenino ha sido agredido durante miles de años, por el mundo masculino y la energía metálica separada del corazón y la Madre Tierra que ha dominado nuestra civilización.

Y aún hoy sigue siendo agredido terriblemente en nuestra “avanzada” civilización. Se le agrede cuando el hombre sigue utilizándolo para descargar toda su frenética compulsividad mental, cuando tantos y tantos hombres se masturban dentro del vientre de una mujer y a eso le llaman hacer el amor. Le agrede la propia mujer cuando permite que cualquier hombre entre dentro de ella, y cuando ella misma copia los patrones sexuales masculinizantes, dirigiéndose a una sexualidad superficial (clitoridiana) y convirtiéndose en ese tipo de mujer, tan común hoy en día, que utiliza activamente la sexualidad desligada del sentimiento. Se le agrede por supuesto en los hospitales, en el llamado “parto tecnológico” dominante hoy en día, donde tantas y tantas mujeres paren de forma antinatural y son sometidas a la atrocidad de la episiotomía y otras aberraciones médicas, en aras del la “efectividad técnica”. Se la agrede cuando se ha inventado la píldora, que destruye el ciclo femenino, o todos los otros sistemas anticonceptivos intrusivos en el cuerpo de la mujer, curiosamente siempre sistemas para la mujer, ¿porqué no para el hombre?. Se agrede el vientre femenino, cuando se ha hecho creer a la mujer que su regla es un trastorno, una molestia “que tiene que sufrir” y que la impide actuar en un plano de “igualdad” con el hombre. Cuando se la ha hecho separarse del momento sagrado que es la menstruación y a base de “tampax” apartarse e incluso repudiar su propia sangre. Podríamos continuar con un sin fin de agresiones más de una civilización masculina que, desde su “omnipotente” hemisferio izquierdo, ha cometido y sigue cometiendo para controlar y aplastar a la Diosa, a la cual ha temido y no ha entendido. No es de extrañar que nuestra civilización esté destruyendo la Tierra, siendo la Tierra la expresión por excelencia de la energía de la Diosa.

Es necesario que el vientre femenino sea sanado de todo el dolor, de todo el miedo y de todo el rencor, del karma colectivo, de miles de años de aplastamiento de lo femenino, de desprecio y de agresión a la Diosa.

Existen diferentes formas, y lo que podríamos llamar técnicas de sanación, que desembocan todas en tomar consciencia de la verdadera identidad, despejando todas las creencias erróneas sobre uno mismo incrustadas en nuestra mente-cuerpo. El mismo acto sexual, en la forma tántrica, es una potente forma de sanación.

La sexualidad tántrica puede ser una ayuda poderosa en el camino de sanación del vientre femenino, pues revierte el proceso de la enfermedad del desamor que inunda las células del vientre femenino. Cuando una mujer hace el amor con “penes emocionales”, con penes compulsivos y egoístas, que no saben estar presentes amorosa y desinteresadamente dentro de su vientre, está acentuando la herida. El contacto con el pene de un hombre que ha sanado o que está en el camino consciente de sanación, que ha abierto su corazón, que ha integrado en él mismo la energía femenina, la energía de la Diosa, comienza, sin embargo, a purificar el vientre femenino. Comienza a darle “nueva información”, esta vez desde la consideración, desde el amor. Por eso es muy importante para cualquier mujer en el camino de sanación consciente, ser cuidadosa en sus relaciones. No se trata de represión, de negar ahora el derecho de libertad sexual, tan arduamente conseguido; sino de una toma de consciencia de “lo que estamos haciendo”. Pasado el tiempo, tan necesario, después de siglos de locura de represión, de la liberación sexual de los hippies, estamos ahora en otro lugar, donde debemos empezar a tomar responsabilidad sobre las verdaderas consecuencias de lo que hacemos.

Como ser un hombre multiorgásmico

En el sexo, como en  cada ámbito de la existencia, hay múltiples caminos que invitan a su recorrido. Allí donde se comienza con pasos bacilantes , se afianza la marcha con la consciencia de la mano del estar, del momento presente. Cada instante es único.  Cada recorrido personal y exclusivo. Comparto  el interesante artículo de Pere Estupinya, sobre los hombres multiorgásmicos, desde la óptica de un hombre:

 

Un hombre multiorgásmico

Os prometo que hace unos meses eso de tener orgasmos sin eyacular me podía sonar tan extraño como a la mayoría de vosotros.

No ayudaba que los practicantes de tantra me hablaran de chakras, energías o kundalinis, en unos términos que a mi vocabulario científico le parecían demasiado esotéricos. Entonces me di cuenta que en parte (y sólo en parte) el no entendimiento llegaba por utilizar un lenguaje diferente. Donde ellos decían energía otro podría decir dopamina, y cuando hablaban de concentrarse en los chakras se podía interpretar como aumentar el flujo sanguíneo o la sensibilidad nerviosa.

Mover la energía cósmica de un chakra a otro para evitar la eyaculación me continuaba desconcertando, pero cuando leyendo sobre fisiología de la respuesta sexual vi que “el orgasmo es la activación de unos nervios y la eyaculación la activación de unos músculos”, y que “los dos fenómenos suelen suceder juntos pero en realidad son fisiológicamente diferentes”, la capacidad de controlar tu cuerpo y tener orgasmos sin eyaculación empezó a parecerme mucho más plausible.

Multiorgasm fisiol 2La clave empieza por asumir que en última instancia la instrucción de tener un orgasmo ocurre en el cerebro. Piensa en la diferencia entre los nervios sensitivos y los motores. Los nervios sensitivos “reciben” la información (el pudendo por ejemplo, del pene). Esa información viaja a la médula y el cerebro, y allí en un momento determinado se activan nervios simpáticos que “emiten” una respuesta orgasmática.

Esta sensación orgasmática la sientes mucho más intensa en los genitales, pero en realidad ocurre en todo tu cuerpo: la activación del sistema simpático hace que se liberen sustancias químicas, activen más áreas cerebrales, incremente drásticamente la presión y ritmo cardíaco, dilaten bronquios y pupilas, haya contracciones pélvicas, active el reflejo eyaculatorio… todo ocurre en conjunto, pero en realidad son reacciones independientes y no es descabellado imaginar que puedan separarse. De hecho una masturbación rápida puede provocar eyaculación pero una reacción corporal y sensación placentera mucho menos intensa. Hay muchos estudios (material para otro post) comparando efectos como liberación de prolactinasatisfacción orelajación, entre coito y masturbación.

A lo que íbamos; ¿se podría tener un orgasmo y sentir todas las reacciones corporales y placenteros neurotransmisores sin que se activaran los músculos de la eyaculación? Sí rotundo. Y es más; resulta más sencillo de lo que podemos imaginar. Los tántricos lo explican de manera demasiado complicada. De hecho quizás ya has sido (como pensé yo) multiorgásmico sin saberlo.

Aprender a controlar la eyaculación

Sobre todo de jovencitos, muchos hombres se han encontrado en la tesitura de estar en medio de un coito y notar que el final se acerca mucho más pronto de lo deseado. Se suele recurrir a la táctica de pensar en la nevera para intentar reducir la excitación (por poner un ejemplo suave), o buscar un casi infalible cambio de postura con el que disimuladamente enfriar un poco y ganar unos minutos más. Pues bien; seguro que si apurasteis demasiado, en medio de este cambio de postura algunos habréis sentido como unas pulsaciones preorgásmicas y apretasteis con fuerza los músculos para evitar el final. Si os fijáis, habiendo sentido y superado esas contracciones, después tardasteis mucho más en llegar al punto de no retorno.

Eso es porque en realidad experimentasteis algo muy cercano al orgasmo sin eyaculación. Físicamente hicisteis fue parecido a lo que practican los tántricos. La gran diferencia es que ellos saber erotizar el momento y potenciar el resto de sensaciones corporales, mientras que vosotros estabais concentrados en reducir la excitación y sentir lo menos posible. Pero físicamente has tenido un pequeño orgasmo, y de repetirlo podrías considerarte multiorgásmico.

A nivel muy básico (los tántricos expertos dominan muchas otras técnicas), se trata simplemente de estar en un coito normal, pero empezar a acercarse muy pero que muy lento hacia el momento del orgasmo. Cuando crees que estás cerca, haz movimientos pausados e intenta mantenerte un buen rato en ese punto fronterizo cercano al no retorno. Debes ir muy lento, porque cualquier movimiento violento provocará una eyaculación inmediata. Entonces, cuando te sientas preparado, muy poco a poco ve permitiendo que se acerque el orgasmo. Pero respira muy hondo al mismo tiempo, intenta tensar los músculos de la zona pélvica, y haz como si quisieras retirar toda la atención nerviosa (o energía) hacia detrás del pene y enviarla hacia dentro del cuerpo.

En esas condiciones puede suceder que tu sistema nervioso simpático empiece a activarse, tu cerebro libere los neurotransmisores del placer, notes unas rampas en los brazos parecidas a cuando las mujeres dicen que han tenido un orgasmo “más corporal”, sientas todo lo parecido a un orgasmo (quizás menos intenso y no tan localizado en el área genital), experimentes incluso el bienestar y la relajación posterior, pero sin la eyaculación y la pérdida de erección que comporta. Tras unos segundos, si quieres, podrás seguir con el coito hasta volver a alcanzar ese punto de no retorno y repetir el “orgasmo seco”. Te habrás convertido en multiorgásmico.

En realidad son orgasmos menos intensos. Si tu única intención era tener uno convencional, pues la experiencia no te habrá servido de mucho aparte de dejarte “energizado (hay taoístas que evitan constantemente la eyaculación con este objetivo). Pero si estás planeando una sesión extensa de sexo, puede ser una experiencia muy especial. Tanto para ti como para tu pareja. A ella (como te ocurre a ti) le encantará verte disfrutar tantas veces, y tu es muy posible que entres en un estado de mayor sensitividad.

Sé que para practicantes de tantra esto es muy básico. Ellos utilizan técnicas de yoga, meditación e infinidad de ejercicios para acumular energía sexual y situar la experiencia en otra dimensión. Pero yo prefiero dejarlo aquí. Durante las entrevistas del libro mucha gente me ha preguntado por la multiorgasmia masculina, a menudo con bastante escepticismo sobre la posibilidad de tener orgasmos sin eyaculación. Sólo pretendía confirmar que sí es algo que la fisiología puede explicar, y  me pareció un bonito ejemplo de fusión entre conocimientos científicos con experiencias ancestrales.