Libros y puertas

«Los libros son puertas que se abren hacia nuevos horizontes.

Regalos que nos invitan a explorar y crecer»

Juan Peláez

“Mi madre, mi maestra / My mother my teacher”, obra de mi querido amigo escritor, poeta y humanista hispano-saharaui, Bahia Mahmud Awuah, se presentó ayer en Madrid.

Entro en la sala y me recibe el cálido abrazo de Bahia, ataviado con la vestimenta tradicional del pueblo nómada del desierto al que pertenece.

CON BAHIA MATRITENSE - iluminada

En la mesa, intelectuales e ilustres personalidades venidas de diversas universidades (University of Guelph, Ontario –Canadá -, Universidad de Salamanca, Denison Universite, Universidad Autónoma de Madrid) y embajadas (Ganha, Mauritania, Argelia) muestran su apoyo y acompañan al autor.

En la sala, amigos y personas de diversas procedencias y nacionalidades. Estilos, vestimentas, rostros, colorido y alegría. Con la gratitud del trabajo plasmado, el reconocimiento de la historia de la descolonización inconclusa y posterior exilio del pueblo saharaui y sobre todo, el cariño compartido con Bahia, el autor.

La sorpresa me llegó en la intervención del profesor Justo Boleika Boleká. Docente en la Universidad de Salamanca, escritor y académico correspondiente de la Real Academia Española en Guinea Ecuatorial. En el transcurso de su intervención, citó uno de mis poemas “Versos nómadas” que escribí como homenaje a Jadiyetu Omar Ali, madre de Bahia y publicado en un proyecto propio («Planiverso» en el que, Bahia colaboró amblemnte). El profesor Boleika lo leyó y después de citarme, preguntó quién de los allí reunidos era yo. Para mi sorpresa, además me emplazó a charlar después e intercambiar impresiones.

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Libros, hilos, tramas, caminos, descubrimientos, pespuntes, hilvanes, redes. Madres, hijos/as.  Los tuyos y los míos. La tuya y la mía.

Culminamos la velada dando buena cuenta de delicias, bebidas y conversaciones en la recepción ofrecida.

“Mi madre, mi maestra/ My mother, my teacher” es un recorrido por la memoria de un pueblo desplazado tras ser desposeído de su territorio. Sacrificios y optimismo. Narrado a partir de los recuerdos vividos con un profundo amor a la madre y a la familia. Un ejemplo de cómo los recuerdos pueden alimentar a la comunidad y a la cultura por generaciones, incluso en el exilio.

©Yolanda Jiménez

1 comentario (+¿añadir los tuyos?)

  1. juanpelaez
    Jun 25, 2024 @ 13:57:42

    Cuanto bueno cuentas. Ese libro es una joya, tuviste una gran idea de dar a conocer a grandes poetas que el mundo habia eclipsado. En los tiempos que corren de ignominia, insultos e incultura, la belleza, la promoción de cualquier forma de arte y sensibilidad son un agua de manantial fresca y regeneradora. Gracias

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