Mil años ante Ti son como un sueño.
Como de aguas el grosor de una avenida.
Hierba que en la mañana crece,
florece y crece en la montaña
aunque a la tarde es cortada y se seca.
¿Qué es el tiempo ante Ti, qué son los truenos
que blandes contra mí cuando me nombras?
Pavor siento a tu idea, te veo hosco
mirándome en la lumbre de tu Arcángel.
La espada Tú también, eres el filo
y el pomo que se aprieta con el puño.
Para verte a Ti mismo has nacido.
Por no estar solo con tu omnipotencia.
Soy la nada, soy de tiempo, soy un sueño…
que cortas sin amor…
Tú no me quieres.
– Carmen Conde-