Tantas veces imaginé estar aquí
Y no me hace daño tu indiferencia
ni tirita el frío en mi piel.
Ya no recuerdo tus caricias
y el verano eterno
calienta mi fuego fatuo.
Aquí me quedo ignorada
y desnuda al fin de mis harapos,
vuelo etérea hacia mí
– Yolanda Jiménez –
Nota: ejercicio poético, imaginando que he muerto y me hallo en otro nivel de existencia