La frustración es uno de los más complejos problemas psicosomáticos del ser humano, porque es él mismo quien tiene que identificar y aceptar que sufre de dicha “enfermedad”. Y una vez identificada, debe por sí mismo buscar los correctivos y el consejo profesional que le ayude a superarla. Pero, ¿como identificamos la frustración?
Williams nos dijo que las frases más difíciles de pronunciar por el ser humano son: “estaba equivocado”, “perdone usted”, “usted primero” y “por favor”. Significando con aquello que nosotros no estamos dispuestos a aceptar que cometimos un error o que “metimos la pata” en en alguna parte; porque nuestra “personalidad” se deterioraría. Y, aquello de pedir perdón o excusas, ¿dónde se ha visto? Por otra parte, ¿en donde está escrito que debemos ceder el espacio a nuestros congéneres? Si ¡YO soy lo máximo!, y quien no avasalla lo avasallan!Además; primero yo, segundo yo, y lo que sobre para los demás. Usted es así? Acaba de descubrir qué es frustración.
Pero, ¿de donde viene la frustración? Generalmente, aparte de ser transgeneracional, tiene que ver directamente con nuestra infancia. Todo aquello que “sembramos o sembraron” en nosotros a base de imposiciones, renuncias, castigos, todo aquello que nos impactó en grado sumo, virtualmente “saltará” cuando algo o alguien, haga o diga algo que nos recuerde una de aquellas situaciones desagradables o traumáticas. Entonces; aparece el niño/niña y actúa en defensa de sus intereses biológicos, atacando a quien le agrede; entendiendo que si ataca se defiende mejor, lo cual es su instinto nato y primitivo de conservación. Después de la “tormenta”, razonamos y comprendemos que obramos mal, pero; no entendemos los motivos de nuestros desafueros.
A estos impulsos grabados desde temprana edad, que brotan sin razonamiento alguno y causan lo antedicho, se les llama FRUSTRACIONES. ¿Consejos? Supervigile a su niño interno, haga una lista de sus defectos y virtudes, convierta los primeros en virtudes y potencie las segundas, busque ayuda profesional, confiese sus “secretos” con alguien en quien puede confiar (familiar, amigo o profesional) saque toda la “basura” que le incomode y mande a la punta del cuerno, desde la edad que recuerda ese problema en particular, al gestor del mismo, respire profundo; y viva a plenitud!!
Por último, comparto con ustedes un pensamiento del mejor de mis amigos: “Madurez es ser consciente del inconsciente”
J.E.Jorge Sánchez. (El mágico templo del alma)